Jardín de citas: "...que la muerte me encuentre plantando mis coles, pero despreocupado de ella, y aún más de mi jardín imperfecto". Michel de Montaigne
lunes, 28 de septiembre de 2020
El Café de Ocata: La felicidad es una canción de verano
sábado, 19 de septiembre de 2020
Lean, por favor
Michel Desmurget, director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud en Francia
“La actual locura digital es un veneno para los niños”
LA VANGUARDIA 19/09/2020 IMA SANCHÍS
El científico enojado
Ya hace años que asistimos a un fenómeno curioso: los
estudios científicos serios pasan por alarmistas y le damos crédito a los
estudios de chichinabo, ocurrió con el cambio climático, nadie se lo tomó en
serio, y está ocurriendo con el efecto que produce el uso de las pantallas.
Desmurget, director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud y la
Investigación Médica de Francia, basándose en un corpus de investigaciones
fuera de toda sospecha nos advierte: “Cuanto más invierten los países en
tecnologías de la información y la comunicación (TIC) aplicadas a la educación,
más baja el rendimiento de los estudiantes. Cuanto más tiempo pasan los alumnos
con estas tecnologías, más empeoran sus calificaciones. Lo explica en La fábrica
de cretinos digitales (Península).
La juventud actual, ¿la más tonta de todos
los tiempos?
Durante décadas, las puntuaciones de las
pruebas de inteligencia han aumentado de una generación a la siguiente. Esto se
llama efecto Flynn.
¿Y ya no?
Hoy en día, en muchos países desarrollados
este efecto se invierte y los millennials son la primera generación en tener un
CI promedio más bajo que la generación anterior, y las pantallas tienen una
responsabilidad incontestable.
¿Y la consabida superioridad del nativo
digital?
¡Pura fantasía! Toda la investigación
destaca la baja capacidad de nuestros niños para procesar, comprender y
sintetizar la información presente en la red. La actual locura digital es
veneno.
¿Neurológicamente hablando?
Todo lo que hacemos cambia la estructura y
función de nuestro cerebro. En respuesta al uso de pantallas, ciertas regiones
relacionadas con el procesamiento de señales visuales se espesan; a la inversa,
las redes lingüísticas experimentan retrasos en la maduración.
Hay estudios que afirman que los
videojuegos mejoran el rendimiento académico.
Estos estudios, publicados en revistas
académicas de tercera clase, se basan unánimemente en valores atípicos y o
metodologías defectuosas. A pesar de esto, se les ofrece una cobertura
mediática increíble. Ahí radica el problema.
¿Cuál es la realidad de la exposición a
las pantallas de niños y adolescentes?
El tiempo de recreación frente a la
pantalla (fuera de la escuela y las tareas) para las nuevas generaciones es
extravagante.
¿Extravagante?
Son casi 3 horas diarias para los niños de
2 años, casi 5 horas para los escolares de 8 años y más de 7 horas para los
adolescentes. Esto significa que entre los 2 y los 18 años, que es el período
más crucial de desarrollo, dedican a estas prácticas el equivalente a 30 años
escolares.
¿Cree que hay una voluntad deliberada de
idiotizar a las masas?
La lógica es puramente económica. No
importa el impacto en la salud, siempre que entre el dinero. Tabaco, medicinas,
comida, pesticidas, calentamiento global, la lista es larga.
Le veo enojado.
Lo peor es ver devastado el desarrollo de
nuestros hijos de esta manera. Bueno, no todos ellos, los altos ejecutivos de
las industrias digitales tienen especial cuidado en proteger a sus hijos de los
productos que nos venden.
Qué feo.
La orgía digital actual está arrasando con
los cimientos más esenciales de nuestra humanidad: el lenguaje, la
concentración, la capacidad de memoria, la creatividad, la cultura (en el
sentido de un cuerpo de conocimiento que permite comprender y pensar el mundo).
Tienes razón, esto me enoja profundamente.
La tendencia es sustituir a los profesores
por clases digitales.
El software de aprendizaje es mejor que
nada, pero es infinitamente peor que un maestro competente.
Los maestros salen más caros.
La tecnología digital parece ser una
necesidad presupuestaria, pero sería deseable que se dijera con claridad, sin
intentar hacer pasar esta renuncia educativa como progreso educativo.
¿La inteligencia es la primera víctima?
Cuando pones pantallas (tabletas,
ordenadores, smartphones, etcétera) en manos de un niño o adolescente, casi
siempre son las recreaciones más factibles las que ganan la guerra de los usos.
¿Y?
Estos contenidos tienen efectos deletéreos
claramente identificados con el desarrollo somático (por ejemplo, obesidad,
maduración cardiovascular), emocional (ansiedad, agresividad) y cognitivo
(lenguaje, concentración). Varios estudios han comprobado, además, que el CI
desciende cuando el tiempo de uso de las pantallas recreativas aumenta.
¿Lo mejor para el desarrollo de un niño?
No son pantallas, sino personas y acción.
Necesitan palabras, sonrisas, abrazos. Necesitan aburrirse, soñar, jugar,
imaginar, correr, tocar, manipular, que les lean cuentos. Mirar el mundo que
los rodea, interactuar. En el corazón de estas necesidades, la pantalla es una
corriente de hielo que congela el desarrollo.
¿Cómo serán esos nativos digitales cuando
sean adultos?
Privados de lenguaje, concentración,
cultura; de las herramientas fundamentales del pensamiento, se convertirán en
una casta subordinada de artistas entusiastas, estupefactos por el
entretenimiento tonto y felices con su destino.
¿Su consejo para padres y educadores?
La edad importa. Antes de los 6 años, lo
ideal es cero pantallas. Cuanto antes se exponen los niños, más severos son los
impactos. A partir de los 6 años, si los contenidos son los adecuados y si se
respeta el sueño, media hora al día sin influencia negativa detectable.
¿Y cuál es su esperanza?
Es como el calentamiento global: “está
empezando a mostrarse”. Nuestros hijos tienen problemas de atención, lenguaje,
memorización, agresividad. Espero que la toma de conciencia siente las bases de
una política de prevención verdaderamente protectora.
viernes, 18 de septiembre de 2020
HORACIO, EPISTOLAS I-2 a Máximo Lolio
Mientras tú, Máximo Lolio, declamabas en Roma, yo he releído en Preneste al poeta de la guerra troyana; y lo que es decente y lo que es deshonroso, y lo que es útil y lo que no lo es, lo dice con más claridad y mejor que Crisipo y que Crántor. Escucha por qué así lo creo, si tu atención no la reclama otro asunto.
La fábula que cuenta cómo, por los amores de Paris, Grecia se enfrentó a la barbarie en un duelo tan largo, recoge las ventoleras de reyes y pueblos estúpidos. Propone Antenor acabar con la razón de la guerra; ¿y qué dice Paris?: que no se lo puede obligar a reinar en paz y a vivir felizmente. Corre Néstor a arreglar las querellas entre Pelida y Atrida; al uno lo inflama el amor, y a los dos a un tiempo la ira. Siempre que desvarían sus reyes, son los aqueos los que se llevan el golpe. De sedición, de engaños y crímenes, de concupiscencia y de ira, mucho se peca dentro de Ilión y fuera de ella. En cambio, de lo que puede el valor y la sabiduría, nos propuso Homero un buen ejemplo: al prudente Ulises, que tras dominar a Troya fue a ver las ciudades y las costumbres de muchos pueblos, y sufrió en el ancho mar mil fatigas, por lograr el regreso para sí y para sus camaradas, sin hundirse en las olas de la adversidad. Lo del canto de las sirenas y lo de las copas de Circe lo sabes: si, necio y ansioso, igual que sus compañeros, se las hubiera bebido, habría quedado a merced de aquella ramera, deforme y embrutecido, llevando una vida de perro asqueroso, o de cerdo que se refocila en el fango. Nosotros somos del montón, nacidos para vivir de la tierra; zánganos que rondan a Penélope, juventud de Alcinoo, ocupada más de la cuenta en cuidarse el pellejo, para quienes estaba muy bien dormir hasta el mediodía y hacer venir al son de la cítara el sueño atrasado.
Para
degollar a un hombre los bandoleros se levantan de noche; ¿no te despiertas tú
para salvarte a ti mismo? En todo caso tendrás que correr; si no quieres
hacerlo cuando estés sano, lo harás cargando con tu hidropesía. Y si antes de
que se haga de día no pides un libro y con él un candil; si no aplicas tu mente
al estudio y a lo que vale la pena, la envidia o el amor te torturarán sin
dejarte dormir. ¿Por qué te das tanta prisa en quitar lo que te hace daño en un
ojo, y en cambio, si algo te come el alma, dejas la cura para el año que viene?
El que ha empezado ya ha hecho la mitad del trabajo; ¡atrévete a ser sensato:
empieza! Quien da largas al momento de ponerse a vivir como debe, hace lo que
el paleto que esperaba a que el río pasara; pero el río corre y correrá rodando
por siempre.
Se
busca el dinero, se busca una esposa fecunda para criar hijos, y con el arado
se amansan bosques incultos; a quien le haya dado la suerte lo que es
suficiente, nada más ambicione. No hay casa ni finca, ni montón de bronce y de
oro que expulsen del cuerpo de su amo las fiebres ni de su alma las cuitas.
Conviene que el propietario tenga buena salud, si piensa disfrutar a su gusto
de las riquezas logradas. Al que ansia o al que teme, de tanto le valen casa y
riqueza como al cegato los cuadros, las cataplasmas al que sufre de gota, o las
cítaras al que está mal del oído porque se le ha acumulado el cerumen. Si el
vaso no está bien limpio, se pica cuanto eches en él.
Desdeña
los placeres, que el placer que con dolor se paga hace daño. El avaro siempre
anda escaso; pon un límite firme a tus ambiciones. El envidioso adelgaza por el
éxito ajeno; los tiranos de Sicilia no hallaron tortura mayor que la envidia.
Quien no controle la ira, deseará que no hubiera ocurrido lo que le aconsejó el
rencor de su alma, al apresurar el castigo violento por su odio y su afán de
venganza. La ira es una pasajera locura; domina tu ánimo, pues si no te
obedece, te manda; sujétalo con frenos, sujétalo con cadenas. El domador enseña
al caballo cuando su cerviz todavía está tierna a ir por donde el jinete le
indica; el cachorro de caza, sólo después de ladrarle al pellejo de ciervo en
la perrera, milita en los montes. Ahora, cuando eres joven, empapa tu pecho
puro de estas palabras; ponte ahora en las manos de los hombres más sabios. Los
aromas de los que se impregnó siendo nueva, el ánfora los guardará largo
tiempo. Y por si te quedas atrás o bien, lleno de afán, te adelantas, no
aguardo yo al rezagado ni me echo encima de los que van por delante.
sábado, 12 de septiembre de 2020
Cuando las armas son la letras

